jueves, enero 12, 2006

CARDO CINCO AÑOS POESÍA.

No soy un buen lector de poesía y, por lo tanto, un buen crítico o analista de este género literario. Pero hace unas cuantas semanas recibí “Cardo cinco años poesía”, una bella y cuidada antología del Taller Poético coordinado por Raquel Olvera y que me ha conmovido profundamente. Me conmueve, sorprende e intriga profunda y principalmente por que incluye unos poemas de mi hermana menor, Ivonne Mendoza (ahora con Y), y su hija, mi querida sobrina Carla Mariana, quien en un acto de timidez, utiliza el seudónimo de Moeba. Y surgen las eternas, y tal vez nuevas interrogantes: ¿Qué es la poesía? ¿Es genética? ¿Puede heredarse? Trato de explicar mis dudas. Somos, Ivonne (con I), y yo, junto con 9 hermanos más, hijos del poeta chihuahuense Miguel R. Mendoza (1901-1966). He aquí el misterio, Ivonne tendría unos 7 u ocho años, cuando murió mi padre. A esa edad, cuando apenas estaría aprendiendo a leer,¿cómo pudo haber comprendido la índole del trabajo de mi padre, su gusto por el arte, la música, el cine, etc., y mucho menos entender la poesía como modus vivendi, un modo de vida que nos mantenía casi al borde de la pobreza? ¿ Cómo a tantos años, se manifiesta este don, no sólo en ella, sino también en su hija? ¿Qué o quién lleva a Ivonne y a Carla, tantos años después, a incursionar en este terrible, desgarrador y fascinante mundo de la poesía? ¿Es el deseo de conocer al padre, al abuelo? ¿Llenar esos huecos vivenciales, existenciales, esas carencias afectivas? Tal vez. Ivonne escribe poemas a mi madre:

Por el paraíso donde corro niña,
Estás.
La alegría desborda tu faz,
Serena figura que me aguarda.
Dentro de mí,
Como terca paloma
Se acurruca el bien.

Estoy en espera de un poema de Ivonne sobre mi padre. Y mientras, en la lectura de esta bella antología, en los poemas todos, de Leonardo Fernández, Lety Ricardiz, Oscar Cid de León, etc., voy encontrando tenues, balbucientes respuestas. Espero que todos ustedes poetas, publicados o no, puedan seguir tocándonos con su arte y que podamos todos, algún día, vivir en estado de poesía o (¿santidad?).

Miguel Mendoza

3 Comments:

Blogger Lety Ricardez said...

Ay señor Mendoza, sólo puedo decirle que mis ojos se nublaron en gratitud ante sus palabras.Estaba conmovida desde las primeras lineas, luego la mención del poema de Yvonne a su madre que me fascina y finalmente incluirme entre los que nombra...
Ahora, debo decirle que en todo esto, operó la magia de Raquel Olvera, que fue la alquimista que hizo fructificar lo que en nosotros estaba en simiente.
Reciba mi saludo agradecido

domingo, enero 15, 2006 11:47:00 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Lety:

El espacio no me permitía mencionar a todos los poetas de Cardo, que me parece una muy bella y completa antología. De tí me gustó mucho "En mi jardín encantado". Yo mismo acabo de enviarle a Ivonne un poema sobre un colibrí que me visita frecuentemente. Y me impresionó mucho tu poema en la escuela de Jiménez, ojalá tengas más datos sobre ella. Algún día tal vez pueda visitarla y llevarles algunos libros. Un abrazo,

Miguel R. Mendoza G.

martes, enero 17, 2006 5:58:00 p.m.  
Blogger Tristán said...

Thnks por sus palabras, amigo. Un gran abrazo.

jueves, enero 26, 2006 12:56:00 a.m.  

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